jueves, 12 de septiembre de 2013

Viva Internet - La Puerta Roja

La puerta de entrada desde el principio la quise de color, de color rojo. Me gusta el color, me gusta la calidez, me gusta la alegría que aporta el color. Ni blanca, ni negra. Tenia que ser roja.

El proyecto incluía una puerta de chapa. El presupuesto no alcanzaba para una puerta nueva. La puerta de chapa no era compatible con ser roja y cálida. Entonces comenzamos con la búsqueda de una puerta noble, de buena madera, de un hogar en el que ya no tuviera espacio. Fue así que dimos con ella, en un sitio de compra-venta de internet (que viva internet).

En una casa del sur del Gran Buenos Aires, ya había cumplido su ciclo porque esa casa necesitaba portón para auto. Así dimos con ella, un precio más que aceptable y con mucho trabajo por delante, sumado el traslado que siempre complica, pero creo que logramos lo que quería.

Original (Antes)
Acá esta la puerta, en su estado original, cuando la vimos en la publicación.



Resucitada (Después)
Luego de mucho trabajo, lijarla, prepararla e instalarla (gracias a Geno, por supuesto).
Así quedó colocada!




Se lucen sus hermosas rejas de corazones que ni se notaban al principio.



Seleccionar "el" color fue toda una experiencia. Los colores tan fuertes y jugados, no son tarea sencilla con los pequeños muestrarios de las pinturerías. Primero elegimos el color "Red Antique" de SW, se veía perfecto! sin embargo, al comenzar a pintar era muuuuy rosado. Un poco de negro, lo volvió amarronado, un poco de amarillo, lo volvió violeta. Chau lata.

Compramos Rojo Bermellón, el que viene estándar en cualquier centro comercial (Easy, Sodimac). Al final, nos funcionó mejor.


El farol era negro y fue comprado en un Easy, se pintó del mismo rojo bermellón pero en aerosol.
La idea original era una lámpara galponera pero que no corriera peligro la lamparita ya que la mayoría son abiertas. Como no encontramos la adecuada, encontramos esta en color negro. Negra no era muy linda, pero pintada quedó como una cabinita inglesa, no?



La puerta tenia agujeritos, de haber tenido llamador. Seguramente era el clásico llamador tipo "herradura". Sin buscarlo, pero estando siempre alerta, en el Mercado de Pulgas de Dorrego encontramos este pájaro carpintero de bronce. Nos enamoramos de él!


Yo creo que quedó perfecto!

Finalmente, el número enlozado antiguo, encontrado entre miles de números (lo compramos en la Expo de San Isidro "Autoclásica") era lo que faltaba para que la casa no pareciera nueva, sino, que siempre hubiese estado allí.


Que viva el color, no?

5 comentarios:

  1. Me encantó el cambio! divino el color y el resultado final es genial, todos los detalles!

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  2. Respuestas
    1. Gracias Andrea! no dejes de visitar mis otras entradas que hay muchas historias de reciclado. Beso! y gracias por estar.

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